¿Te ha pasado que activas el limpiaparabrisas y la luna queda más sucia que antes de encenderlo? Pues este es el signo inconfundible de que ha llegado la hora de cambiar tus escobillas. Pero no te preocupes, no es un proceso complicado, te damos los consejos básicos para que puedas hacerlo tú mismo.
Que tus escobillas se encuentren en buen estado es esencial para tu visibilidad y por lo tanto para la seguridad en carretera. Por eso mismo, no debes esperar a que estén estropeadas, no funcionen o hagan ruidos horrorosos para optar por el cambio, lo aconsejable es que las sustituyas cada año o a lo sumo cada dos, de esta manera funcionarán siempre al 100%. El líquido limpiaparabrisas también es un elemento a tener en cuenta, recuerda rellenarlo y procura hacerlo con una solución de calidad, ya que a la larga tu luna lo agradecerá.
Vamos a contarte paso a paso cómo cambiar las escobillas:
- El primer paso para cambiar las escobillas es hacerte con las nuevas, pídelas para tu marca y modelo de coche ya que no todas son iguales.
- Cuando las tengas acciona el contacto y activa el limpiaparabrisas de manera que queden a mitad de la luna y después apaga el contacto.
- Sepáralas de la luna tirando de los brazos móviles.
- Rota la escobilla en el sentido contrario a las agujas del reloj y tira de ella suavemente hacia afuera.
- Para colocar la nueva introdúcela al revés de cómo la sacaste y gírala en la dirección de las agujas del reloj hasta que se oiga el “clic”.
Como ves, se trata de un proceso muy sencillo para el que no necesitas ningún tipo de herramienta. Eso sí, pruébalas primero a poca velocidad y cerciónate así de que estén bien sujetas, pueden desprenderse si no se han colocado correctamente y es un auténtico peligro ¡Ahora ya estás listo para cambiar tu mismo las escobillas!