Ahorrar combustible sin necesidad de conducir más despacio es posible. ¿Cómo? Te vamos a dar algunas pistas:
– ¿Tienes una gasolinera de referencia? Los precios entre unas y otras varían mucho. Si tienes una gasolinera de referencia puedes entrar en el portal del Ministerio de Industria, Energía y Turismo donde encontrarás publicados los precios actualizados de las gasolineras. Además hoy en día tienes infinidad de aplicaciones móviles en las que encontrar comparadas las gasolineras de tu zona por ejemplo y saber cuál es la más barata.
– ¿Low Cost? Estas gasolineras suelen ser más baratas, cosa que a veces causa cierta desconfianza pero en nuestro país los combustibles, todos, han de responder a una serie de controles de calidad y tratamiento que se cumplen sin excepción. La única diferencia entre gasolineras es el tratamiento que se le da al combustible en forma de aditivos para mejorar las propiedades pero bajo ningún concepto pueden perder calidad.
– Aunque parezca una tontería, planificar el viaje también ahorra dinero en el combustible porque según las comunidades que visites, puede haber una diferencia de hasta 20 céntimos el litro.
– Las grandes superficies ofrecen en ocasiones descuentos y cupones por la compra en su establecimiento.
– La gran técnica de marketing: fidelización. Las tarjetas de puntos están a la orden del día otorgándolos por cada repostaje y sumándolos así para canjear combustible a largo plazo.
– Con las tarjetas de débito y crédito también se ofrecen en ocasiones descuentos del 3 o 4% del gasto. Consulta con tu entidad bancaria si disponen de algún tipo de acuerdo.