Viviendo los tiempos que vivimos, poder optar a un seguro de coche barato siempre es una buena opción. Actualmente la competencia es feroz en el negocio de los seguros de coche y por suerte la eficiencia de todos ellos ha mejorado mucho con lo que conseguir descuentos en la prima actual es sencillo siempre y cuando tengas en cuenta algunos aspectos.
– Tipos de póliza. ¿Las tienes claras? Seguro a terceros, a tercero ampliado, con franquicia o a todo riesgo.
– Compara precios. ¿Cómo hacerlo? Comparando los diferentes precios que te darán las aseguradoras. Es un trabajo largo y laborioso pero que dará sus frutos y merecerá la pena. Además ahora cuentas con muchos buscadores que te facilitarán la tarea. Obtendrás precios en tiempo real y el ahorro puede llegar a ser muy significativo (de hasta 500 €).
– Presión. Sí, presiona un poquito. Si además es la primera vez que contratas el seguro, podrás encontrar mejores ofertas. En el caso de renovación, el comparador te dará información de qué te puede ofrecer la competencia. Una vez tengas ambos precios, no dudes en llamar a tu aseguradora para reclamar un descuento en tu prima si lo consideras apropiado.
– Modelo. Has de tener en cuenta el tipo de coche y modelo que tienes puesto que en función de lo caro o económico que sea, así será el seguro. Será más barato lógicamente asegurar un Seat Ibiza que un Audi A3 por ejemplo. ¿Cuáles son los principales parámetros a tener en cuenta? Combustible, marca, potencia, accesorios, color, antigüedad y dónde lo usas, además de cómo.
– Afinar. Uno de los principales errores al contratar un seguro es el exceso de coberturas. Cuanto menor sea la cobertura, menor será el precio pero tampoco se trata de pasarse. Analiza bien la cobertura que necesitas y hazte con un seguro acorde a ello.
– Edad. Los mejores de 25 años son lo que normalmente tienen pólizas más caras y se encarece más aún cuando el conductor es novel.
– Franquicia. Para aquellos que contraten un seguro a todo riesgo, una de las fórmulas más directas para abaratar la prima es contratar una franquicia. Así el asegurado se hace cargo de una proporción de los gastos que provoque el siniestro.