Pese a que muchas veces lo podemos tener olvidado, es importante recordar y mantener presente que los medicamentos se encuentran como uno de los factores que pueden afectar a la conducción y algunos de ellos, de hecho, tienen una serie de efectos bastante indeseables al volante, equiparándose al nivel de las drogas o bebidas alcohólicas. Los medicamentos en la conducción es un tema que requiere respeto y sobre todo un profundo conocimiento en las limitaciones que provocan en la capacidad de conducir correctamente. Aunque pueda sorprenderte, entre el 5 y un 10% de los accidentes de tráfico se estima que son provocados por personas que ingirieron medicamentos, sin ser eso sí la única causa directa del accidente. Se debe concienciar seriamente tanto a médicos, pacientes, farmacéuticos y en resumen, a toda la ciudadanía.
Aproximadamente un 17% de la población española utiliza medicamentos de forma crónica, y uno de cada cuatro afirma no haber recibido advertencias ni información sobre los efectos que producen. Es un tema que, como puede ser el de la concienciación sobre unir alcohol y drogas con el volante, también requiere y necesita de una implicación de todos para afrontar con responsabilidad esa explosiva y peligrosa mezcla entre vehículos y medicamentos.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios se ha puesto al día y en los últimos años vela porque a cada uno de los miles de medicamentos existentes estén acompañados de un prospecto con la información necesaria para un buen uso. Además de esa información, todos los que supongan una reducción en la capacidad de conducción, deben sí o sí llevar una imagen que simbolice la precaución al volante con el medicamento. Una imagen que actualmente acompaña al envase de 5.000 medicamentos, o lo que es lo mismo, al 25% del total.
Algunos principios activos presentes en los medicamentos afectan mucho más a la conducción que otros. Los más propensos a interferir en la capacidad de conducir son los tratamientos contra la alergia (antihistamínicos), los relajantes musculares y algunos colirios, entre otros.
Los efectos que tienen este tipo de medicamentos son, por ejemplo, los siguientes:
- Efecto sedante, sueño y mareos
- Reducción de reflejos y aumento del tiempo de reacción
- Alteración de la percepción de las distancias
- Hiperactividad
- Alteraciones oftalmológicas o de la audición
- Confusión y aturdimiento
- Alteraciones musculares
Por ello, en el caso de que te mediques y tengas pensando conducir, es fundamental que conozcas cada uno de los efectos secundarios que provoca el medicamento y te comuniques con tu médico para que te informes, preguntes e investigues sobre cada uno de los riegos o efectos secundarios. ¡Más vale prevenir que curar!