Redacción
ver más artículos
Una autocaravana es como un caracol que nos permite viajar con la casa a cuestas. Son el vehículo ideal para hacer turismo y conocer lugares nuevos con un presupuesto ajustado. Además en ellas se pueden alojar entre cuatro y ocho personas según las dimensiones del vehículo. Ya os hemos hablado de las ventajas de realizar un viaje en autocaravana. A continuación, os explicamos cuáles son las normas que debes tener en cuenta antes de sentaros al volante para disfrutar de la ruta con todas las garantías.
Lo primero que debes saber es que hasta los 3.500 kg de peso o la capacidad máxima de nueve personas se pueden conducir con el permiso habitual de coche, el tipo B. Sin embargo, antes de ponerse a los mandos de una autocaravana, es imprescindible ser consciente de las medidas del automóvil, la ligereza de los materiales y el peso del equipaje y los pasajeros que transportaremos.
En autopistas y autovías la velocidad máxima que puede alcanzar una autocaravana es de 90 kilómetros por hora. En las carreteras convencionales no se deben sobrepasar los 80 km/ h. Y, por último, en carreteras especiales, de un solo carril para cada sentido con un arcén con menos de metro y medio de ancho el límite máximo es de 70 km/h.
También es importante saber que Tráfico considera las autocaravanas como vehículos vivienda, por ese motivo, se podrán aparcar en las mismas vías que los turismos siempre que no se extienda ningún elemento de acampada, como es el caso de mesas, sillas o tendales. Para poder hacerlo será necesario acudir a un camping o a las áreas reservadas para el estacionamiento de caravanas con las que cuentan algunos municipios.
Tipos de autocaravanas
Podemos distinguir entre cuatro tipos de autocaravanas. La más conocida es la capuchina. Se caracterizan porque el espacio habitable llega hasta la parte superior de donde se sienta el conductor, que acostumbra a alojar una cama. También se puede optar por una perfilada que son aquellas que integran la sala y la cabina de conducción en un solo espacio. El hueco sobre la cabina es más pequeño que en la capuchina, por ello, acostumbra usarse como lugar de almacenamiento. En la integral, la sala y la cabina tampoco están separadas. Sin embargo, en este caso, los asientos se pueden volver hacia la sala y, normalmente, se fabrican a medida. Por último, está el tipo cámper, son furgonetas adaptadas para vivir en ellas. Las clásicas Volkswagen popularizadas por el movimiento hippie.
