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Que si los coches eléctricos son poco potentes, que si la carga de la batería se gasta muy rápido, que si son menos seguros… Existen muchos mitos acerca de los automóviles más respetuosos con el medio ambiente. Pero, la verdad es que son eso, mitos. En la actualidad, los modelos eléctricos y los híbridos ofrecen, y cada vez más, las mismas prestaciones que los vehículos que consumen carburantes derivados del petróleo. Y lo mejor, son más eficientes energéticamente.

El primero de los mitos que debemos desterrar es el de que son menos potentes. Es más, actualmente la capacidad de sus motores podrían ser mayor, de hecho, a ráfagas cortas pueden llegar a alcanzar el doble de potencia. No lo hacen por las limitaciones de potencia máxima establecidas para las baterías y porque a determinadas temperaturas, se deterioran. No por causa de los motores.

Es mentira que sean menos seguros. Precisamente por la presión que ejercen las normativas sobre los fabricantes, estos son más rigurosos, si cabe, con las medidas de seguridad que ofrecen para que nadie se electrocute al cargar su coche.

El precio de las reparaciones que pueda requerir es similar al de arreglar cualquier otro coche. Es falso que sea superior. Las piezas y las tecnologías que utilizan son comunes, por ello, no será complicado encontrar recambios ni realizar las reparaciones pertinentes.

La energía eléctrica no se acaba. España es el segundo mayor productor eólico de Europa. Además, por la noche, todos los países con cierto nivel de sobreproducción eléctrica. Por esto, al contrario de lo que cuenta la leyenda, no gastaría toda la electricidad, sino que ayudaría a consumir la sobreproducción eléctrica de las eólicas.

Es falso que la batería se gaste o se deteriore rápidamente. Las baterías de litio están fabricadas para que resistan hasta 3.000 ciclos de carga sin perder más del 20% de su capacidad de almacenaje. Una de las recomendaciones para alargar su vida útil al máximo es mantener su nivel de carga siempre en un mínimo del 20%.