La crisis ha agudizado el ingenio de muchos talleres de coches, intentando cobrar por averías que realmente sí están cubiertas por la garantía de reparación. Como consumidor debes tener muy claro ciertos aspectos; tanto el taller como tú tenéis derechos y obligaciones que son de gran importancia conocer y por supuesto, cumplir.
Los talleres de reparación tienen ciertas obligaciones y prohibiciones. Por ejemplo, un taller que no sea oficial de marca no podrá hacer referencias a ninguna marca ni modelo de coche, tanto en el interior como en el exterior.
Por tanto, si en el taller que hay cerca de tu casa (y no es oficial) tienen alguna alusión a Audi, Mercedes o Renault, ten claro que están cometiendo una irregularidad. Además, el taller debe tener en un lugar visible una placa de color azul, demostrando que están legalmente certificados para ejercer su actividad.
El presupuesto es fundamental y el usuario puede exigirlo por escrito, teniendo una validez mínima de 12 días hábiles. Deben figurar todos los datos posibles y fundamentales sobre el servicio: identificación del taller, datos del usuario y del vehículo, los trabajos previstas que se realizarán, las piezas, componentes y elementos objeto de la reparación y sobre todo, el precio total y fecha prevista de entrega del vehículo reparado.
El cliente, como es lógico, está en su total libertad de no aceptar el presupuesto, por lo que en ese caso es obligación del taller entregar el coche en las idénticas condiciones. En el caso de aceptarse y al dar inicio la reparación los mecánicos detectan otra avería no estipulada, deberá hacer partícipe al cliente de la misma y contar con su aceptación para repararla.
La garantía de las reparaciones tiene un plazo de 2.000 km recorridos o de tres meses. Es una garantía que incluye las piezas reparadas y la mano de obra y afecta a absolutamente todos los gastos que se puedan producir desde el momento que se lleva el coche al taller hasta el transporte de las piezas o el desplazamiento del personal encargado de la reparación. Si durante esos tres primeros meses (es decir, durante el periodo de garantía) existen averías o fallos en las piezas que se hayan reparado, el taller está obligado a arreglarlo nuevamente sin que ello suponga algún coste adicional para el cliente.
Como cualquier establecimiento, el taller también está obligado a entregar al cliente una hoja de reclamaciones en el caso de que este se le solicite. Por tanto, si no estás conforme o de acuerdo con el servicio o crees que se ha cometido alguna irregularidad, no dudes un momento y solicita la reclamación, presentando una copia a consumo o a la autoridad competente. Recuerda que están obligados a disponer de una hoja de reclamación y que si no te la facilitan, puedes ponerte en contacto en ese momento con el organismo competente.