¿Conoces el triángulo de la seguridad? Está formado por los amortiguadores, frenos y neumáticos; elementos clave en la seguridad de nuestro coche. Es importante saber cómo detectar problemas en los frenos si su funcionamiento es el correcto o no. Te contamos cuáles son los problemas más frecuentes en los frenos para que ante cualquier dilema, acudas a tu mecánico.
– Si tienes la sensación de que el pedal tiene menos recorrido que el habitual, puede que las piezas móviles encargadas de la extensión o retracción estén defectuosas. Si por el contrario el recorrido parece que es mayor que el de costumbre, es posible que el líquido de frenos esté bajo o incluso en mal estado. También es posible que las pastillas de freno estén gastadas.
– Si te cuesta pisar el freno porque lo notas demasiado duro, es posible que las pastillas estén sucias o manchadas, que existe un problema con el líquido de frenos o incluso que las pastillas estén cristalizadas.
– Si notas que al menos una de las ruedas se bloquea, las pastillas de nuevo pueden estar defectuosas o que el cable del freno de mano esté enganchado.
– Si el pedal de freno vibra, puede que los discos alabeados o los rodamientos de la rueda estén gastados.
– Si una vez el coche está caliente y rodando el coche no frena bien, o las pastillas son de mala calidad o hacen mal el contacto. También es posible que los discos sean muy delgados.
– Si el coche oscila hacia un lado, las pastillas pueden estar sucias, haberse cristalizado o estar impregnadas de grasa o líquido de frenos. En este caso puede que no sea directamente de los frenos sino que los neumáticos estén también involucrados y no tengan la presión correcta.
– ¿Se oye un chirrido al frenar? Las pastillas están sucias, desgastadas o son de mala calidad. O es posible que las pastillas rocen contra el caliper o que falte alguna pieza.
Es recomendable la revisión de los frenos al menos una vez al año. Si notas alguna anomalía antes del año, acude a tu taller ya que los frenos juegan un papel primordial en tu seguridad.