Este verano es probable que muchos de nosotros nos vayamos un periodo de vacaciones a algún lugar y no llevemos nuestro coche. Si planificamos tener el coche parado durante varios días o un largo periodo de tiempo, debemos tener en cuenta que cuando volvamos este intervalo de inactividad podrá pasarle factura. Para prevenir, podemos seguir una serie de pasos que nos ayudarán a que el coche se mantenga en mejores condiciones.
Antes de dejar el coche, conviene revisar los niveles (aceite, líquido refrigerante, frenos). Si el coche va a permanecer parado durante mucho tiempo, debemos dejar cambiado el aceite y el filtro de aceite. Si el paro supera los tres meses, será recomendable volver a cambiar el aceite a la vuelta, antes de utilizar el vehículo.
Es recomendable también llenar el depósito de carburante para evitar la condensación de agua. Si creemos que el coche estará detenido durante un periodo de tiempo muy largo, estaría bien consultar con el mecánico si es recomendable añadir al depósito algún tipo de aditivo especial.
También es importante desconectar la batería para evitar que se descargue. Si nuestro vehículo lleva códigos de seguridad debemos asegurarnos de que los conocemos antes de desconectar la batería.
Tenemos que revisar la presión de los neumáticos y dejarlos inflados a la máxima presión indicada en el manual del coche.
Conviene lavar el coche por fuera, especialmente los pasos de rueda y los bajos, y dejarlo encerado.
Si durante el tiempo de vacaciones se guarda el coche en un parking vigilado, puede ser buena idea bloquear las ruedas con calzos para poder liberar el freno de estacionamiento y así prevenir adherencias entre los elementos de frenado.
Si el coche se va a quedar todo este tiempo en la calle, puede ser una buena idea comprar un toldo para cubrir el vehículo, siempre que este permita la evaporación del agua condensada. De esta manera evitaremos que se ensucie y lo protegerá de posibles rascazos.
Y lo más importante, cuando volvamos, debemos revisar el coche y hacerlo sin prisas.