El motor es una parte fundamental de nuestro coche. Si le presta un cuidado especial, es probable que la vida de tu vehículo sea mucho más larga de lo habitual. Algo que, en estos tiempos de crisis que corren, resulta más que interesante.
No solo hay que quedarse con lo que supone el mantenimiento periódico del motor, sino que también debemos hacer un uso cuidadoso del coche. Es primordial atender a las necesidades que fija el fabricante para dicho mantenimiento que, por otro lado, deben ser atendidas por un profesional.
Con estas necesidades nos referimos a la sustitución del aceite del motor y los filtros de aceite, el aire y el combustible, además de líquidos como el anticongelante, refrigerante y frenos. Asimismo, especial atención al cambio de bujías, calentadores, correa de distribución y sus periféricos y correas auxiliares.
Otros cuidados importantes del motor se centran especialmente en el arranque, ya que es el punto que ocasiona un mayor desgaste, sobre todo en temperaturas bajas. Fundamentalmente, hay que evitar acelerones e incluso tocar el pedal del acelerador al dar el contacto.
A continuación, debemos llevar a cabo una conducción tranquila hasta que el motor logre su temperatura idónea de funcionamiento. En el caso de trayectos cortos o urbanos, el motor funciona en diferentes zonas de rendimiento, pero no se trata de un problema serio, sino que, como se suele decir, el coche se va acomodando.
Lo cierto es que nuestra conducción influye de manera determinante en la vida del motor de nuestro coche. No acelerar o frenar sin motivo, adaptar cada marcha del cambio a la velocidad, la carga, las condiciones de la ruta y la climatología deben ser acciones que debemos considerar como decisivas.
Además, circular pensando en ahorrar combustible puede ocasionar también averías en elementos afines al motor. De lo que se deduce que nuestro coche necesita moverse con regularidad para que el motor no se instale en una vida sedentaria que no le viene nada bien.