Ser eficientes a la hora de conducir es importante y lo cierto es que siguiendo unas pautas sencillas podemos conseguir consumos más reducidos a la vez que alargamos la vida útil de nuestro vehículo. Además la conducción eficiente aporta un plus de seguridad ya que para llevarla a cabo es necesario trabajar nuestro sentido de la anticipación y respuesta a lo que nos rodea y ello nos hará estar alerta y detectar cualquier imprevisto cuanto antes. Pero ¿y si te dijéramos que existen algunos consejos un tanto extraños y poco habituales para conducir seguro?
– A la hora de conducir, todos tus sentidos han de estar puestos en la conducción. No es algo que dependa única y exclusivamente de ti sino que a ti alrededor circulan y caminan otros conductores, ciclistas o peatones. Si te toca conducir y no estás de humor o no te apetece, te toca más que nunca poner todos tus sentidos en el volante.
– ¿Estás atento a los espejos? ¿Cuántas veces los miras? Probablemente menos de las que debieras con lo que ¡hazlo más a menudo! Ajústalos correctamente para que con tan solo un leve movimiento de ojos puedas encontrar la perspectiva adecuada sobre todo lo que acontece al tu alrededor. Si no es un hábito, ponlo en marcha y oblígate hasta que se convierta en un hábito más.
– Conoces bien los ángulos muertos de tus espejos con lo que ¿para qué circular dentro del ángulo muerto de otros coches? Evítalo. Es más complicado ponerlo en práctica en la ciudad pero también más importante porque las distancias entre los coches se ven muy reducidas.
– Las conductas de los demás conduciendo son vitales y has de saber interpretarlas. Por cómo conducen los demás podrás intuir el grado de tensión que tienen.
– Olvídate de cambiar de carril inmediatamente después de que el semáforo cambie de rojo a verde porque existen probabilidades altas de que una moto se cruce en tu camino en los primeros momentos de aceleración.
– Mira mucho. Cuanto más mejor. Observa. Te permitirá tener una mejor perspectiva del tráfico que te rodea. Parece una tontería pero seguramente no observes tanto como deberías.
– Lee toda la información que la carretera te aporte: manchas, cambios de color…todo.
– Mucho cuidado con la lluvia. Mantén tu coche a punto y condiciones adecuadas: limpiaparabrisas, ruedas, etc. De la misma manera ocurre con la nieve: nunca olvides las cadenas si vas a circular por zonas especialmente sensibles de acumular nieve y hielo.
– Por último y no menos importante: ayuda a los demás tanto como puedas.
¿Crees que estos consejos te ayudarán a conducir seguro? Ponlos a prueba y ¡cuéntanos!