El Alfa Romeo Giulia se ha convertido en todo un exitazo. Presentado en el pasado Salón de Frankfurt, fue sin duda la estrella absoluta del stand de la marca. Una versión extremadamente deportiva, ligera y exclusiva que conquista corazones allá por donde pasa. Un coche repleto de innovaciones tecnológicas como la conectividad con dispositivos electrónicos, navegador, sistema de infoentretenimiento, comandos de voz avanzados, reproductor multimedia, pantalla TFT de 8,8” integrada en el salpicadero…
La máxima expresión de la “meccanica delle emozioni”. Presentado con cuatro ejemplares, todos caracterizados por el “Quadrifoglio” que indica la versión tope de gama y por cinco colores de carrocería: rojo competizione, blanco trofeo, negro vulcano, gris vesuvio y azul Montecarlo, en combinación con la tapicería interior de piel y alcántara.
Equipando el potente turbo gasolina de 6 cilindros 2.9 de 510 CV, inspirado por tecnologías y conocimientos técnicos de Ferrari, se convierte sin duda en un punto de referencia de la marca. ¿Prestaciones? Impresionantes. Velocidad máxima de 307 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 3,9 segundos.
Pero no solo hubo tiempo para el Giulia. También pudimos ver al fascinante Alfa Romeo 4C en sus versiones Coupé y Spider. Iconos por excelencia de la marca en cuanto a modernidad que representan el ADN de Alfa Romeo al 100%. Prestaciones asombrosas y excelencia técnica suponen un placer de conducción total combinado con un estilo impactante.
El stand de Alfa Romeo recorría la historia de la casa con símbolos que ponían de manifiesto la innovación en los vehículos de la marca, todo ello rodeado de un escenario en el que comprobar las prestaciones de cualquier A. Romeo de ayer y de hoy.
En resumen, contenidos y prestaciones excelentes, exclusividad reservada a los primeros clientes, deportividad y lujo. ¿Quién da más?