El 27 abril 1984 la factoría de Zona Franca de Barcelona sacaba al mercado la primera unidad del conocido como Seat Ibiza, el mayor éxito de la marca. Tres décadas que han dado de sí una historia de éxito para la marca y la sociedad. No en vano es desde 2001 el coche de su categoría más vendido en España y sigue siendo el automóvil del que más unidades fabrica. En total, 700 vehículos al día.
Por aquel entonces, allá por el 84, el primer Ibiza que recorría nuestra geografía tenía 44 caballos y costaba 825.000 pesetas. Un precio en euros con el que actualmente sólo podríamos comprar la mitad de la versión más estándar. Ahora, con una cuarta generación en las carreteras, y con cerca de cinco millones de unidades vendidas, es un top de ventas mundial donde casi el 70% lo han hecho en 75 países fuera de España. Como curiosidad, el Ibiza ha sido un éxito en Italia, Francia, Alemania, Reino Unido, Portugal o México donde se han vendido masivamente e incluso catalogado como un imprescindible en Israel. Otro dato sobresaliente que marca un hito de este modelo es el porcentaje de exportación del 85% que alcanzó el año pasado.
El Ibiza, al igual que el Golf de Volkswagen, el Opel Corsa o el Ford Fiesta puede presumir de ser un treintañero con experiencia a pesar de los recortes que ha traído consigo la crisis. No obstante, el Ibiza ya nació en unos momentos muy delicados para la marca Seat.
Ibiza, el modelo que salvó a Seat en los 80
Fue precisamente el año en el que nació el primer Seat Ibiza, en 1984, cuando el Instituto Nacional de Industria había decidido quedarse con Seat tras la salida de Fiat y Volkswagen analizaba las ventajas de adquirir la marca que todavía dejaba clara la impronta italiana. Sus coches todavía eran una copia de Fiat tal y como se observaba en el Fura, el Ronda y el Seat Málaga.
Seat trabajaba en la idea de diseñar el Ibiza con el fin de mantener el interés de Volkswagen en la marca. Vicenç Aguilera, quien fuera director del Centro Técnico de Seat y actual presidente del Clúster de la Automoción de Cataluña, reconoce que a pesar de que el diseño del Ibiza corrió a cargo del italiano Giorgio Giugiaro el automóvil no tenía en aquel momento ni motor, ni caja de cambios. “Aquello se materializó gracias a una gente que le echó dos cojones y se fueron a ver a los ingenieros de Porsche”, reconoció Aguilera.
De diseño italiano y carrocería alemana, su motor es obra de los ingenieros de Porsche con la tecnología de la fábrica de Seat en Barcelona. Toda esta exitosa mezcla, unida al nombre (Ibiza) que recordaba al mar y rezumaba juventud y libertad, se convirtió en la salvación de la marca desde el primer momento. Su éxito fue de tal magnitud que su segunda edición supuso la inauguración de la fábrica de Seat en Martorell en el año 1993.
En un primer momento, el eslogan de un “Ibiza con motor System Porsche” fue un punto exitoso para las ventas que, junto con la incorporación del aire acondicionado supuso un rotundo aumento de ventas. Su primera generación era, como en la época, de tres puertas. Sin embargo, un año y medio después, el cinco puertas disparaba ventas al venir con cierre centralizado y elevalunas eléctrico junto con la novedad de la preinstalación para una radio.
En un coche que rompía fronteras y moldes para aquel entonces, las pruebas de sus prototipos también rompían moldes. El actual responsable del Ibiza en el centro técnico de Seat, Teo García, lleva más de cuatro décadas en la marca y recuerda cómo “las pruebas de los prototipos se hicieron en el norte de África y en Suecia para comprobar el comportamiento de los materiales en condiciones de calor y frío extremos. También hubo pruebas en circuitos locales. Los coches rodaban camuflados y de noche”.
Y si al nivel tecnológico nos referimos, el Ibiza ha dado un salto cualitativo en cuanto a la seguridad para los viajeros en la conducción; una evolución destacable en cuanto a las emisiones y los materiales, al reciclarse hasta el 90% de un coche; y en parámetros electrónicos y de comunicación.
Casi cinco generaciones y una extra por su aniversario
El primer Seat Ibiza (1984) revolucionó el mercado de los utilitarios tanto en diseño como en equipamiento, tal y como analizamos en este artículo, y las siguientes versiones también dieron mucho que hablar. Véase, por ejemplo, la segunda generación entre 1993 y 2002, que redondeó las líneas aquel coche que ahora nos resulta tan cuadrado a la vista; la tercera, entre 2002 y 2008, las perfiló todavía más; y la cuarta generación, lanzada en 2008 es la más deportiva destacando, además, que por primera vez tiene una versión familiar: más compacta y que gana espacio. El vehículo perfecto en Europa, donde los coches familiares ganan adeptos.
Actualmente, y con este bagaje a sus espaldas, ya se habla de una quinta generación que podría ver la luz en 2015 e, incluso este mes de julio, se habla del lanzamiento de una edición conmemorativa por su 30 aniversario.