Grupo Andrés, especialista en distribución de neumaticos en España y Portugal, asegura en uno de sus últimos informes que un 75% de los vehículos derrochan combustible en verano, llegando a aumentar en un 7% el carburante consumido diariamente. El principal motivo de esta situación lo atribuyen al rodaje de los neumáticos. En líneas generales, los autores del estudio aseguran que el inflado deficiente de las ruedas del turismo provoca un mayor consumo, lo que supone un incremento económico para el conductor y el evidente riesgo en lo que a seguridad se refiere –pues la posibilidad de sufrir un reventón durante el trayecto se triplica-.
De los 22 millones de automóviles que circulan durante los meses de verano ven intensificado ese aumento en el consumo de combustible debido, principalmente, a las altas temperaturas en combinación con la baja presión de las llantas. Según destacan, más de 800.000 vehículos circulan por las carreteras con unos neumáticos deficientes que pueden deformarse hasta el punto de obstaculizar el avance del coche. Con las ruedas desinfladas, el esfuerzo que realiza el motor es muy superior al que debe hacer si los neumáticos están hinchads correctamente.
Pero no sólo en la época estival existe este problema y, como aseguran desde el Grupo Andrés, se malgasta combustible a lo largo de todo el año: los conductores españoles desperdician, de media anual, unos 50 litros de gasolina o gasóleo por no inflar los neumáticos según las indicaciones recomendadas por el fabricante. En total, son más de 775 millones de carburante despilfarrados o, lo que es lo mismo, cerca de los 1.050 millones de euros quemados sin necesidad. De todos los turismos, aquellos que tengan más kilómetros a sus espaldas y con las presiones más bajas serán los que derrochen más cantidad de carburante y, además, supondrán un riesgo durante la conducción.
Al margen de todo ello, la cubierta del neumático también se deteriora a causa de la elevada temperatura del asfalto, lo que aumenta la vulnerabilidad del coche ante un posible pinchazo. En caso de que la cubierta se estropee, un cambio de la misma sería la mejor solución a este problema.
De estos datos se deduce la importancia de que, previamente al uso del automóvil, el conductor deba comprobar que la presión del neumático es óptima porque solo de esa forma se evitarán peligros mayores y ese derroche de carburante.