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Según la última publicación del Diario Oficial de la UE, en lo que se refiere a las inspecciones técnicas de los vehículos motorizados y remolques, España podrá seguir manteniendo la revisión de la ITV  cada año para vehículos de más de 10 años.

La nueva directiva publicada establece requisitos mínimos comunes y normativas sobre este tipo de operaciones dentro de la UE, permitiendo a los Estados miembro fijar normas más estrictas para las inspecciones. Además se establece que el servicio de ITV debe ser prestado por cada país tanto a través de los organismos públicos como privados pues se trata de un servicio de interés general dentro del marco del transporte.

En función de las nuevas medidas tomadas, los distintos países tendrían libertad para mantener la ITV de forma anual, en lugar de cada dos años como indica el mínimo de la directiva para los vehículos que hayan pasado ya la década. El objetivo es, por supuesto, mejorar la seguridad en las carreteras, pero además con ellos se pretende disminuir el impacto que la circulación de vehículos tiene sobre el medio ambiente.

Sin embargo, es curioso constatar como a pesar de la normativa establecida, los vehículos de mayor antigüedad son los que más evitan las revisiones de la ITV por temor a que les detecten fallos graves que puedan resultar demasiado costosos. Un hecho que empieza a ser alarmante si pensamos que el parque de vehículos español está experimentando un progresivo envejecimiento como consecuencia de la crisis económica.

Por otro lado, cabe destacar que la nueva normativa obliga a los ciclomotores y motocicletas a pasar también estas inspecciones técnicas de manera periódica, tal y como se ha contemplado en la legislación española en los últimos años.

Además, la nueva directiva avala la imparcialidad, objetividad y alta calidad del sistema de inspección actual, por lo que prevé que los inspectores no tendrán ningún conflicto de intereses para mantener el nivel de imparcialidad y objetividad llevado a cabo hasta la fecha. De hecho, la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) defiende que todos estos principios y garantías se cumplen con el sistema ya implantado y vigente en España, destacando que además coinciden  con las exigencias de imparcialidad y objetividad de la actividad inspectora para porteger a los usuarios de diagnosticos  en los que se puedan cruzar ciertos intereses.

Una vez más vemos como la UE pretende unificar en cierta manera las normas que tienen que ver con la seguridad ciudadana y con el medio ambiente. Todo ello de cara a cumplir con los objetivos comunes propuestos y conseguir mayores niveles de igualdad entre los distintos países miembro.