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Firmas destacadas como Michelin y Bridgestone han dado un paso más en el diseño de sus productos y han desarrollado unos neumáticos que evidencian un cambio de tendencia en este ámbito, decantándose por ruedas de mayor diámetro y menor sección. Pero, vayamos por partes, ¿por qué está cambiando esta tendencia? En primer lugar, debido a la necesidad de aprovechar las necesidades y posibilidades de la propulsión eléctrica y, por otro lado, la condición sine qua non de alcanzar siempre la máxima eficiencia sobre el asfalto.

La introducción de la propulsión alternativa en el mercado ha provocado que, en lugar de aumentar la diagonal de la rueda en cada gama de neumáticos, los cauchos vean reducida su anchura a proporciones mínimas y aumenten su altura, algo que hasta ahora parecía totalmente insólito. Un ejemplo claro de esta evolución o cambio de filosofía que están introduciendo las fábricas de llantas se observa en los modelos Peugeot 208 Hybrid FE y en el BMW i3.

En el caso del Peugeot, sus neumáticos han sido desarrollados en exclusiva por Michelin y presentan una medida de 145/65 R19. Estos cauchos responden a uno de los fines perseguidos por esta compañía, y es lograr tener un mínimo gasto de combustible. Sus rasgos generales son: una banda de rodamiento de apenas 145 milímetros, capaz de garantizar un adecuado agarre y óptima estabilidad, un peso de 800 kilogramos y un centro de gravedad muy bajo. Además, este nuevo ancho también contribuye a reducir la contaminación acústica. La reducción de peso necesita de menor superficie de agarre y además los nuevos compuestos garantizarn un comportamiento muy equilibrado entre disminución de las pérdidas por rozamiento y agarre, ya no es necesario sobredimensionar la sección, porque ahora importa más el equilibrio.

En cuanto al recientemente presentado BMW i3, la casa japonesa Bridgestone ha fabricado para él un neumático con unas sorprendentes medidas: 155/70 R19 y 155/70 R20 bajo la gama Ecopia EP 500.

Otra firma importante, como es Continental, están apostando por esta línea de ruedas en las que la altura gana terreno a la anchura del caucho.

En resumen, mayor economía de combustible, reducción del índice de carga, menor necesidad de prestaciones y bajo impacto acústico son sólo algunas de las razones por las que, en definitiva, las llantas del futuro ya no tendrán las características de los neumáticos a los que estamos acostumbrados actualmente.