¿Sabías que 7 de cada 10 coches que se venden en España incorporan motor diesel turboalimentado? Pero además dentro de los vehículos de gasolina, una buena parte ya cuenta con sistemas de sobrealimentación para conseguir mejores prestaciones. Con lo cual, aunque muchos coches de segunda mano aún cuentan con motor atmosférico, podemos decir que al menos un 70% de los coches que circulan por nuestras carreteras emplean algún tipo de motor turbo. El problema es que se trata de un concepto relativamente nuevo por lo que muchos no sabemos nada sobre el cuidado y el trato que requieren. Y es que a igualdad de condiciones el motor turboalimentado dura menos que un atmosférico. Por eso si quieres que tu coche dure mucho más, a continuación de traemos algunos consejos que pueden ser que muy útiles para mantenimiento o de tu vehículo.
1. Al arrancar el coche dejarlo un minuto al ralentí: el turbo necesita lubricación por lo que debemos esperar a que aumente un poco la temperatura para que el aceite bañe sus componentes. Lo cual es aún más importante si el coche está en frío. De lo contrario, a largo plazo algunas piezas pueden sufrir daños y tendremos que en comprar un tubo nuevo.
2. Arrancar sin pisar el acelerador: arrancar pisando el acelerador afecta algunas partes del motor y hace que sufran un sobreesfuerzo con lo cual su durabilidad se reduce. Es por ello que a la hora de arrancar es conveniente tener siempre el embrague pisado y sin acelerar.
3. Cuidado con el motor en frío: no es bueno someter al motor a un sobreesfuerzo nada más arrancar, ya que solamente conseguiremos dañar algunas partes del propulsor que no han conseguido lubricar adecuadamente. Es por ello que te recomendamos esperar unos quince minutos para que el motor se caliente.
4. Utilizar aceite y filtro de alta calidad: el aceite de mala calidad pueden afectar al buen funcionamiento de nuestro vehículo. Por eso es recomendable elegir siempre aceites de máxima calidad que suelen ser sintéticos y que además contribuirá a una mayor durabilidad de nuestro coche. En cuanto a los filtros, estos impiden que las impurezas y residuos del aceite accedan a la mecánica del coche. Es por ello que sí son de mala calidad pueden resultar muy perjudiciales para el motor.
5. Mantenimiento periódico: aunque las recomendaciones del fabricante sobre el mantenimiento del vehículo suelen ser óptimas, siempre es recomendable llevarlo al taller cada 15.000 kilómetros. Si nos pasamos más de 5.000 kilómetros, nuestro motor corre peligro.
6. Dejar reposar el turbo antes de apagar el motor: si hemos estado conduciendo durante bastante rato a un buen ritmo, es importante que dejemos reposar han turbo antes de quitar el contar. Sí lo aprobamos de golpe, el aceite acaba porque armonizarse y detener la lubricación, con lo cual la turbina se queda a una temperatura muy alta.