Nuestro descapotable vuelve a vestirse de otoño y a hacer frente a las condiciones meteorológicas adversas. Pasado el verano, momento en el que más vida le hemos dado a la capota, toca prepararlo. La delicadeza de las capotas blandas de tela o vinilo requieren de ciertos cuidados si queremos mantenerlas como el primer día. Para acabar con manchas de suciedad, moho, pérdida de elasticidad debemos limpiar, impermeabilizar e, incluso si fuera necesario, tintar.
Al igual que el coche, la capota puede limpiarse con el mismo jabón que utilizamos para el vehículo siempre y cuando no contenga aceites, detergentes o amoniaco que corroerían el material. Aunque esta posibilidad es viable, debemos saber que existen jabones específicos para este tipo de cubiertas que vienen acompañados de un cepillo de cerdas blandas. Tan sólo debemos eliminar o aspirar la suciedad acumulada en las juntas y humedecer la zona. Tras el lavado, debemos pasar un paño de microfibra para que se seque antes, ayudará a que la capota relumbre más. Es importante, además, mantener limpias e hidratadas las juntas de goma.
Uno de los aspectos que aumenta su suciedad es mantenerla plegada varios días lo que provoca la aparición de pliegues y suciedad difícil de eliminar pudiendo dañar las juntas. Por supuesto, debemos eliminar al momento las manchas de grasa o excrementos animales.
Uno de los hándicaps más comunes con un cabrio de capota de tela (si es de vinilo no hay problema) es su impermeabilización en caso de filtraciones de lluvia y humedades. Por eso, no está de más que de vez en cuando, si vemos que el agua no desliza bien apliquemos un tratamiento específico que ayudará, además, a protegerla de los rayos del sol y otros agentes contaminantes como pueden ser la resina de los árboles, lluvia ácida, moho…
Si aún así, la capota se ha decolorado por los efectos solares, siempre se puede aplicar un tinte que reproduzca su color originario. Debemos limpiarla bien y pasar una brocha con los productos específicos. Aunque es una operación fácil de realizar necesita tiempo y cuidado añadiendo, si fuese necesario, más de una capa.
Consejos rápidos para cuidar la capota
Aunque parezca de sentido común, un descapotable no debe lavarse en un túnel de rodillos que podrían estropear las varillas de la capota y, muy probablemente, acabe filtrando agua en el interior del habitáculo. Casi lo mismo podríamos decir de las máquinas de lavado de agua a presión aunque si se usa recomendamos hacerlo desde una distancia mayor y evitando chorros directos en las juntas. Tras el lavado déjala sin plegar para que se seque entera.
Los coches deportivos son ideales para las buenas temperaturas pero no debemos mantener la capota abierta a temperaturas inferiores a los 0 grados puesto que aumenta la pérdida de elasticidad y posible rotura. En el caso de las capotas de vinilo con luna trasera de plástico ese problema se acentúa. A pesar de que no debemos mantenerla abierta, sí es recomendable accionarla de vez en cuando.