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La urgente reducción de emisiones contaminantes y la necesidad de paliar en la medida de lo posible nuestro impacto en el medio ambiente hace que cada vez más se hable de los coches eléctricos. Sin embargo, antes de adquirir uno debemos tener en cuenta una serie de detalles a modo de consejos prioritarios.

Los vehículos eléctricos se alimentan por baterías que a su vez se alimentan de un cargador o un enchufe. En este sentido hay quien prefiere un vehículo híbrido ya que disponen de un motor de combustible líquido que permite al coche tener mejores prestaciones y recargar la batería al mismo tiempo.

Hay que tener en cuenta que el período de recarga supera en muchos de los casos las seis horas. A menos que tengas una plaza de garaje donde poder enchufar la batería del coche no es muy recomendable comprar un vehículo eléctrico. En España hay 761 puntos de recarga de uso público, de los que 615 son para turismos y vehículos comerciales.

Sin embargo, si te decantas por un híbrido debes saber que su precio puede ser de un 10% superior al del mismo modelo con una motorización de combustible líquido. Los coches eléctricos son más caros que los convencionales sobre todo por las baterías, aunque afortunadamente en los últimos años se ha reducido el precio total.

Por otro lado si piensas comprar un coche eléctrico es porque vas a conducir por ciudad. En carretera los vehículos híbridos tiran del motor de gasolina, mientras que los eléctricos tienen una autonomía muy limitada. Así que ya sabes, un coche para ir y venir del trabajo, salir por la ciudad, dar un paseo, etc…

Eso sí, cada año crece la variedad de vehículos de este tipo. Ahora ya prácticamente puedes encontrar de todo, desde el pequeño utilitario de paseo hasta todoterrenos, coches familiares o comerciales.

Desde el punto de vista del seguro, en España hay varias aseguradoras que ofrecen distintos tipos de precios para los coches eléctricos. Los seguros de vehículo híbrido suelen ser un poco más caros que los de motor convencional, aunque esto no es una regla general ya que las aseguradoras calculan las tarifas en base a las estadísticas de siniestralidad.

En resumen se puede asegurar que los coches eléctricos son un poco más caros que los convencionales, necesitan de un cargador o enchufe para alimentar la batería (prácticamente fundamental contar con garaje) y lo más conveniente es utilizarlos dentro de la ciudad.