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Puede que creas que es difícil confundirse al repostar el combustible, pero no es un error tan poco habitual. Los conductores que utilizan coches de empresa, coche de alquiler o que poseen un vehículo diésel y otro gasolina son los más propensos a este tipo de fallos.

Es cierto que hace unos años era más común que ahora, porque las mangueras de diésel y gasolina eran idénticas, al igual que las boquillas de los dos tipos de depósitos. Actualmente, las posibilidades de error se han acotado, debido a que han cambiado los tamaños y, físicamente, es casi imposible echar gasoil a un coche de motor gasolina, pero a la inversa sí que se puede.

Date cuenta que repostar el combustible equivocado puede ocasionar graves problemas mecánicos y no debes tomártelo a la ligera, el problema depende sobre todo de la cantidad de combustible erróneo que hayas introducido.

Si te has confundido con el combustible, pero le has introducido una cantidad pequeña, tu coche circulará, aunque es posible que notes que echa mucho o humo o que hace ruidos raros. El verdadero problema se produce cuando la cantidad es considerable, tanto si echas gasolina en un diésel como si lo haces al contrario el coche arranca, pero se apaga en seguida. Debes dejarlo apagado y llamar a la grúa, en el taller vaciarán todo el depósito, limpiarán todas las piezas por las que ha pasado el combustible erróneo y verán si es necesaria la sustitución de alguna pieza.

Si te das cuenta de tu equivocación antes de arrancar el motor el problema es mucho menor, llama a la grúa y en el taller te vaciarán el depósito, el problema no irá a más y la sustitución de piezas no será necesaria.