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Discutir al volante reduce a la mitad la capacidad de atención, lo que puede provocar que muchas de las señales de tráfico pasen inadvertidas, además incrementa por tres la posibilidad de sufrir un accidente.

Un estudio realizado por Prevensis ha analizado las reacciones de distintos conductores ante distintos estímulos, concluyendo que el perfil más positivo es el de hombre casado entre 37 y 50 años, aunque realmente el control emocional pleno se alcanza a partir de los 55. El perfil más negativo es el de varón menor de 25 años.

¿Qué es lo que más altera a los conductores? El estudio ha sacado a la luz que lo que más molesta a los conductores es, por este orden, tener un vehículo por detrás muy pegado, los atascos, la prisa por llegar, los vehículos que intentan colarse en una retención o en una incorporación, los que circulan a una velocidad que se considera lenta y los que no facilitan las incorporaciones o los cambios de carril.

Al parecer, las emociones positivas también son ‘peligrosas’ mientras se está conduciendo, cantar una de nuestros canciones favoritas aumenta los nervios hasta en un 17 por ciento, respecto a la conducción relajada y que un adelantamiento en carretera supone una activación del 33 por ciento durante el medio minuto posterior a su ejecución.

Para evitar accidentes de tráfico debemos ser conscientes de cómo influyen nuestras emociones en nuestra capacidad de conducir, intentar relajarnos antes de subirnos al coche y recordar que el conflicto no está en la situación, sino en nuestra forma de interpretarla y de reaccionar a ella.